Con referencia a las acusaciones que el presidente municipal de Valladolid ha realizado en contra de la administración que tuve a mi cargo cuando me desempeñe como alcaldesa por presuntos desvíos de recursos presupuestales; hago patente que durante mi gestión la transparencia y la honestidad de quienes colaboraron conmigo, mi desempeño siempre fue el distintivo que permitió obtener logros a favor de la población, incluidas la atención de demandas y necesidades sociales.
Tan es así, que la comisión permanente de vigilancia de la cuenta pública y transparencia del H. Congreso del Estado de Yucatán aprobó los informes de resultados de la cuenta pública de los ejercicios fiscales correspondientes a mi gestión en términos de los artículos 30; fracciones V Y VII y 43 bis de la constitución política; 18 y 43 de la ley del gobierno del poder legislativo; 71 de la ley de fiscalización de la cuenta pública y 71 del reglamento de la ley de gobierno del poder legislativo, todos los ordenamientos del estado de Yucatán.
Es por ello, que las afirmaciones del mencionado presidente municipal carecen de sustento porque en su oportunidad, las autoridades auditoras del estado determinaron la legalidad de las acciones de mi gobierno. Considerando el ambiente que actualmente se vive en la entidad y tomando en cuenta el ya visible proceso electoral que habrá de vivirse el próximo año, estimo que las acusaciones falsas y dolorosas de las que he sido objeto últimamente traen consigo un tinte de violencia de genero al utilizarse las expresiones de desprestigio en contra de mi persona y dignidad como mujer al calificarme de “sin vergüenza con todas las connotaciones que pueda tener este concepto, que en nada abonan a la paz social y buena convivencia entre los actores políticos, incluido el principio de equidad de género y no violencia a la mujer.
Resulta lamentable ante los resultados que se obtuvieron en Valladolid durante mi gestión en favor de la población, quieran verse opacadas con afirmaciones de desprestigio carentes de objetividad, queriendo confundir la opinión pública.