Gaspar Quintal Parra insiste en el orgullo priista y llama a ignorar las falsas promesas
Origen Yucatán: Cacalchén.
En un intento desesperado por mantener el control político los municipios de Yucatán, Gaspar Quintal Parra, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Yucatán, reiteró la lealtad al partido y exhortó a los ciudadanos a no caer en el engaño de las promesas vacías, así lo señalo la noche de ayer en Cacalchén.
Durante una reunión de trabajo, Quintal Parra hizo un llamado para que los habitantes de Cacalchén continúen aferrados al pasado priista, ignorando las señales claras de cambio y progreso.
Un Líder Desconectado
«Con el orgullo priista que nos caracteriza, todos somos PRI en Cacalchén», declaró Quintal Parra, mostrando una desconexión evidente con la realidad política de la región.
Su insistencia en el apoyo a candidatos obsoletos como Abigail Pérez y Manuel Orozco refleja la falta de visión y renovación dentro del partido.
El Presidente Estatal del PRI Yucatán, intentó desacreditar las voces disidentes en las redes sociales, calificando sus afirmaciones de «mentiras».
Sin embargo, su negación de la realidad y su retórica vacía solo demuestran la desesperación del PRI por mantener su influencia en la región.
El Pasado como Escudo
Manuel Orozco Aké, coordinador del programa «Identidad Priista» en el municipio, también se aferró al pasado, elogiando el supuesto legado de «mujeres guerreras» y la organización obsoleta del partido.
Su llamado a dejar la «política absurda» parece más un intento desesperado por mantener el status quo que un verdadero compromiso con el cambio y la innovación política.
La presencia de figuras como Hiselle Díaz del Castillo y Lucely Pérez Pech en el evento solo refuerza la imagen del PRI como un partido anclado en el pasado, incapaz de adaptarse a las demandas y necesidades del pueblo.
En resumen, el PRI en Cacalchén parece estar aferrándose desesperadamente a un pasado glorioso que ya no existe, su retórica vacía y su negativa a reconocer la realidad política del país los condena a la irrelevancia y al olvido.
Mientras tanto, el pueblo de Cacalchén busca líderes y partidos que estén verdaderamente comprometidos con su bienestar y progreso.