Origen Yucatán: Mérida, 4 de agosto de 2022.-
Ya basta de que “ambientalistas” y algunos medios informativos utilicen a los puerquitos como chivos expiatorios de la contaminación, cuando la verdadera y mortal contaminación en Yucatán está en los pesticidas agrícolas, la fecalización y los basureros municipales, pero de estos temas, esas agrupaciones guardan silencio cómplice, denunció el ingeniero químico Humberto Reyes Montiel, vicepresidente del Observatorio Científico Ciudadano del Agua en Yucatán y de la Asociación de Egresados de la UNAM en Yucatán (Aseyunam).
El también activista y presidente de la asociación civil Ciudadanos Hartos, exhibió que ciertos grupos ambientalistas como Greenpeace, Indignación (Kanán) y otros, guardan silencio ante las verdaderas y peligrosas fuentes de contaminación en Yucatán, y, por el contrario, focalizan sus críticas, protestas y movilizaciones contra granjas que sí cumplen con las normas sanitarias y legales.
–Ya basta de puerquitos, son el chivo expiatorio, la verdadera y mortal contaminación está en los pesticidas, la fecalización y los lixiviados de basureros; eso sí está causando muertes y enfermedades como dermatitis, colitis ulcerativas, parásitos de todo tipo y otros males que dañan la salud de la gente, porque es una contaminación real y flotante que está por todos lados, aseveró.
¿Dónde están?
–¿Dónde está la autoridad, dónde están los “ambientalistas”, dónde están los medios que no pelan estos temas y se quedan callados, ah, pero surgen los puerquitos y benditos puerquitos que llegaron a este mundo, son la salvación del estado yucateco, ironizó Reyes Montiel.
Entrevistado sobre el papel de los grupos ambientalistas y sus permanentes críticas contra las grandes granjas porcícolas, el entrevistado enfatizó:
“Qué bueno que estas organizaciones se metan al tema de la contaminación del cerdo, pero lamentablemente solo lo utilizan para tener el distractor perfecto para no tocar los temas de pesticidas cancerosos, no tocar la fecalización de Mérida, no tocar los lixiviados venenosos de los basureros municipales del estado; de esto temas, que la sociedad yucateca ni se entere, que se muera y que no sepa por qué, es más, ojalá y que convenzan a todos los yucatecos de que su enemigo mortal es el puerquito.
“Son asociaciones civiles que viven de donaciones ya sean nacionales o extranjeras por actividades que hagan y encontraron en los puerquitos lo ideal, porque les resulta más fácil meterse al tema de los puerquitos”, remarcó.
Al retomar el tema de los pesticidas agrícolas, detalló que se conocen en el mercado alrededor de 30 variedades y marcas, de los que solamente tres o cuatro están autorizados para su uso sin dañar a la población, pero son muy caros y casi nadie lo usa, el resto es muy peligroso.
“Aquí no tiene nada que ver diosito”
Dijo que uno de los más económicos es el Lindano, por ejemplo, utilizado ampliamente en el campo de Yucatán para fumigar las plagas que abundan en el estado por el clima que prevalece. Este tipo de pesticidas organoclorados y fosfatados tienen partículas cancerosas y dañan tanto a quienes lo aplican porque carecen de los elementos de seguridad para ello, como a la población que consume agua de pozo contaminada.
El primer punto negativo sobre la falta de control y normatividad del estado yucateco y mexicano –aseveró–, es que los fumigadores, los campesinos no tiene ningún tipo de protección y se contaminan, pero además, la gente utiliza los bidones de los pesticidas para uso doméstico y se contamina de partículas cancerosas que le va a deformar algún órgano y a los 35 a 40 años se muere por cáncer de mama o de páncreas y dirán entonces que porque así lo quiso Dios; ¡No señor!, aquí no tiene nada que ver diosito, lo que mata son los pesticidas que carecen de control utilizados en el campo yucateco.
Puntualizó que esos pesticidas se depositan en la tierra y al llover o regarse se filtran y pasan los 30 o 40 centímetros de la tierra fácilmente y entran al agua y se van escurriendo hasta el manto freático y lo contaminan.
Destacó que investigaciones de un grupo de científicos de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), liderados por Ángel Polanco, conjuntamente con una universidad de Los Estados Unidos, hicieron estudios en un recorrido en la zona conocida como anillo de cenotes y llegaron a detectar que la población tiene con cáncer de mama o cervicouterino, lo que está documentado desde el 2015 y publicado nacional e internacionalmente.
Muchas personas contraen cáncer
–En Yucatán se detectan 60 casos diarios de cáncer, más que otras enfermedades y las partículas contaminantes están hasta el manto freático de los 40 metros de profundidad y más de un tercio de la población yucateca toma agua de pozo con partículas organocloradas y organofosfatadas que son cancerosas, por lo tanto, los frijolitos, la sopita, el agua para hidratarse y bañarse y lo que usted quiera, traen partículas cancerosas, apuntó.
Reyes Montiel observó que el segundo contaminante está en Mérida, donde vive más de la mitad de la población, es decir, más de un millón de personas defecan a diario en fosas sépticas, biodigestores mal diseñados, depósitos que no tiene un buen biodigestor y sumideros, y no hay humedales artificiales, no hay plantas de tratamiento de aguas residuales, entonces todos esos desechos se van al manto freático.
En ese sentido, resaltó que la fecalización del manto freático en la ciudad de Mérida ya está hasta los 8 y 10 metros de profundidad, “de tal manera que si usted saca agua en Chuburná a 8 y 10 metros, apesta, porque ya está fecalizado y no se hace nada”, acotó.
Plomo en la orina de menores
Dijo que el tercer foco de contaminación son los basureros municipales donde todos los desechos se revuelven, ahí van antibióticos, acumuladores, pollos, jitomates, llantas, plásticos, todo se va amontonando y cuando las motoconformadoras los van comprimiendo y formando la montaña de basura se generan los líquidos conocidos como lixiviados, que son arsénico, plomo, mercurio, cadmio y demás metales pesados venenosos que traspasan los 30 o 40 centímetros de suelo, entran al suelo cárstico rocoso y se van al manto freático.
Añadió que estudios realizados por el centro de investigaciones de la UNAM en Sisal en niños tomados al azar en el municipio de Kanasín, encontraron plomo en la orina de los menores.
–Así que la verdadera y mortal contaminación está en los pesticidas, en la fecalización y en los lixiviados de basureros, pero de eso no se ocupan los “ambientalistas” y demás defensores del medio ambiente, concluyó el experto.